Hay una cosa en la que siempre pienso cuando voy por la calle y me encuentro con una mujer o una chica vestida elegantemente. ''UNA GORDA NUNCA PODRÁ SER ELEGANTE''. Y, por supuesto, estas imágenes lo demuestran.
Sé elegante, sé una princesa.
Es una verdad mundialmente reconocida que existen dos maneras para conseguir algo: por las buenas o por las malas. La mayoría de los que estén leyendo esto han escogido la segunda opción, aunque no creo que se trate de elegir. No soy ninguna niña estúpida, seguramente tú tampoco. Sé que en lo que estoy metida es una enfermedad, no un estilo de vida, o una filosofía, o cualquier gilipollez de las que oyes mucho por estos lares. Pero, ya sabes, quiero ser algo más que una gorda.